¿Qué es un tlacuache?
Con los
nombres tlacuache, chucha, fara o tacuacín se conoce a ciertas especies
mexicanas de zarigüeya, un mamífero marsupial americano ampliamente
distribuido en Norte, Centro y Sudamérica. Es conocido en otras geografías con
los nombres de raposa, rabipelado, guazalo o cangrejera, entre otros.
Los nombres
más comunes de la variante mexicana, tlacuache o tacuacín, provienen de la lengua
náhuatl tlacuatzin, ya que este animal tiene una importante presencia en
el imaginario prehispánico de la región. Según ciertos mitos mexicas,
el tlacuache entregó a
los seres humanos el secreto del fuego, cuando era
celosamente resguardado por los gigantes de la montaña.
Cuenta la leyenda que
el fuego era custodiado por un ejército de jaguares feroces, entre los cuales
el tlacuache se coló, diciendo que tenía frío, para así poder robar una brasa
aferrándose a ella con su cola, y entregársela a los humanos. El calor de la
brasa, explica la leyenda, le quemó el pelaje y por esa razón estos animales
tienen la cola lampiña.
Siendo el
único marsupial que habita el territorio mexicano, el tlacuache fue venerado y
representado artísticamente por los pueblos aborígenes. Por eso se encuentran
estatuas y pinturas en prácticamente todos los yacimientos arqueológicos del
país. En Tenochtitlán y en Tlapacoyán se hallaron figuras de hace más de 1000
años con una reconocible forma de zarigüeya. Es un animal fundamental en el
imaginario mesoamericano.
Además,
esta especie americana surgió hace más de 60 millones de años, y ha
cambiado muy poco a lo largo del tiempo, prueba de su éxito biológico. Existen
al menos siete géneros diferentes de zarigüeyas en el continente americano, y
actualmente sus encuentros con la especie humana son mucho más comunes, dado
que sus hábitats se ven invadidos por la mancha urbana creciente de las
ciudades.
¿Dónde vive el tlacuache?
Los tlacuaches
en general son arborícolas, y están adaptados a la vida rural. Sin embargo, su
presencia en las ciudades es cada vez más común, lo cual hace de ellas una
víctima usual de atropellamientos y encuentros a veces desafortunados con el
ser humano.
Las zarigüeyas están distribuidas por todo el continente americano, con distintas especies endémicas altamente adaptadas a su entorno, a lo largo de un territorio que abarca desde el sur de Canadá, Estados Unidos y México, hasta Venezuela, Colombia, Perú, Brasil, Bolivia y Ecuador. No se considera una especie amenazada ecológicamente, ni en riesgo alguno de extinción.
¿Qué come el tlacuache?
Como ocurre
con otras zarigüeyas, la dieta del tlacuache es esencialmente omnívora,
es decir, que come de todo. Puede hacer las veces de depredador de
animales pequeños o de animales medianos heridos, o actuar como cazador
oportunista o detritívoro, pero también es común que coma frutas y semillas de
distinto tipo.
Cuando se
encuentra en las cercanías del ser humano, puede alimentarse de la basura, de los
huevos y polluelos de las granjas, y básicamente de cualquier cosa.
Características del tlacuache
Los
tlacuaches o zarigüeyas se caracterizan por lo siguiente:
Poseen
cuatro patas y una cola prensil, desprovista de pelaje, y un cuerpo similar al
de un ratón o roedor de mediano tamaño (más o menos del tamaño de un gato
doméstico).
Poseen un
marsupio o saco en el que descansan las crías recién nacidas, hasta que su
tamaño aumenta a punto tal de forzarlas a salir y ubicarse en el lomo de sus
madres temporalmente.
Poseen un
hocico alargado y una mordida fuerte, pero son asustadizos y poseen dos típicos
mecanismos de defensa: secretar una orina particularmente hedionda, similar a
las mofetas o zorillos; o echarse al suelo y hacerse los muertos.
Sus hábitos son generalmente nocturnos y se trata de una especie solitaria.
0 comentarios:
Publicar un comentario